lunes, 29 de enero de 2018

EL PADRE BENITO MENNI ALERTABA DEL RIESGO DE CATALEPSIA EN LAS PERSONAS FALLECIDAS ASILADAS EN SUS ESTABLECIMIENTOS.


Los medios de comunicación social se hicieron amplio eco, en los primeros días de este mes, del caso de  Gonzalo Montoya, un preso de la cárcel española de Vallbona al que un médico forense había certificado su muerte el día  7 de enero pasado,  y despertó en la morgue del Instituto de Medicina Legal de Oviedo, momentos antes de que los forenses le practicaran la autopsia.

LA CATALEPSIA

La catalepsia es un estado morboso que se caracteriza por la rigidez cérea de las extremidades, con la desaparición de signos vitales. El cuerpo se mantiene rígico e inmóvil, y la persona afectada no responde a los estímulos. El pulso y la respiración  se vuelven lentos y  la piel se pone pálida, con lo que, a pesar de la apariencia de estar fallecida, puede estar completamente consciente de lo que ocurre en su alrededor.

LOS ESTABLECIMIENTOS PSIQUIÁTRICOS, LUGARES DE ALTO RIESGO EN EL PASADO.

Los establecimientos psiquiátricos eran, en el pasado, lugares de alto riesgo de sufrir catalepsia sus asilados, atendido que el desencadenante eran, mayoritariamente, la epilepsia y la esquizofrenia, entre otros.

Los sepultureros, al efectuar exhumaciones, habrían sido testigos en el pasado, en más de una ocasión, de constatar tapas de ataúdes arañadas o apreciar que los restos cadavéricos que contenían aparecían contraídos, boca abajo o en posición distinta de la que habitualmente se colocan en el interior del ataud cuando han fallecido. Cuando esto ocurría, estaban ante el caso de una persona que en su día había sido enterrada en vida.

EL PADRE BENITO MENNI ALERTÓ DE ESTE RIESGO EN LAS CONSTITUCIONES.

El riesgo de esta terrible enfermedad no pasó desapercibida por el Padre Benito Menni,que alertó de este peligro en las Constituciones. "... En las desgracias imprevistas, no se dejará jamás de llamar con urgencia al Sacerdote, pues a las veces en tales casos no han muerto todavía las personas, aunque lo parezca; téngase grandiosísimo cuidado de no dar sepultura sin antes cercionarse bien de la defunción, toda vez que solamente se debe juzgar cierta, cuando haya comenzado la corrupción cadavérica, pues en ciertos casos, como la catalepsia, sucede que aparentemente se cree durante varios días, que una persona está difunta sin estarlo" (1) 

(1) Constituciones de la Congregación Religiosa de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Art. 163, punto 6º. Imprenta Góngora. Madrid. 1930.

No hay comentarios:

Publicar un comentario