lunes, 8 de agosto de 2011

EL PRIMER CENTRO DE ESPAÑA, PARA EL TRATAMIENTO DEL AUTISMO, SE ABRIÓ EN BARCELONA EN EL AÑO 1960



El tratamiento del autismo en España se inició en Barcelona, casi veinte años después de que el psiquiatra autríaco Leo Kanner (1) describiera en 1942, por vez primera, este síndrome a partir de una observación sistemática de once niños.

El primer centro de tratamiento de peronas con autismo que se abrió en España, fue un piso de la calle Rosselló, en Barcelona, en el año 1958, donde pasaba consulta el psiquiatra Joaquin Buñuel, que siempre que tenía ocasión explicaba que su esposa guardaba una carta del ministro de Sanidad en la que le informaba "que en España no existe esa enfermedad que usted llama autismo".

Cuando se le preguntaba el por qué se especializó en autismo, respondía que fue un reto, " porque en aquellos tiempos todo el mundo daba por sentado que no era posible comunicarse con los esquizofrénicos, pero yo aposté por el contrario. Estuve tres años intentándolo, y comprobé que era posible".

El Dr. Joaquín Buñuel contó siempre con la valiosa colaboración de su esposa, Edwige Stapfer, psiquiatra suiza que se había formado con un un hijo de Bleuler (2) y con Lutz, el psiquiatra infantil que le enseño a diferenciar "autismo" de " comportamientos autistas".

En el año 1960 el Dr. Buñuel y su esposa abandonaron la consulta ambulatoria del piso de la calle Rosselló y se establecieron en una torre de Pedralbes, en la parte alta de Barcelona, para crear el que sería primer centro de tratamiento específico para personas con autismo, bautizándolo con el nombre de GURU.

Después se iniciarían otros centros, como "Carrilet", "Bellaire", "Plançó" y "L'Alba", que utilizaron métodos terapéuticos partiendo de la concepción freudiana de los problemas mentales y se apoyaban en el psicoanálisis.

Otros centros se han declinado por el conductismo. Según estos, el autismo es la consecuencia de un problema orgánico o un trastorno neurobiológico.

Los padres -- dice el Dr. Buñuel -- " no deben sentirse culpables, pero si responsables. En definitiva, su angustia responde a la frustación de no saber cómo comunicarse con su hijo. Y ello porque el autismo no es un problema orgánico, sino vivencial. Las diferencias de criterio se traducen en técnicas terapéuticas distintas, pero no en resultados"

Y es que la desesperanza sobre la evolución de las personas con autismo es similar en los centros que trabajan en técnicas de psicoanálisis y los que lo hacen con técnicas conductistas.

PROCEDENCIA:

Extraído parcialmente del artículo "Los niños de la lluvia", de Eugenio Madueño, y publicado en "La Vanguardia", en su edición del domingo 16 de abril de 1989.


(2) Su padre, Paul Eugen Bleuler, fue un prestigioso psiquiatra suizo, muy conocido por haber acuñado, en el año 1911, el término esquizofrenia y por sus importantes contribuciones en el campo de la enfermedad mental.




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